INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA APICULTURA
Inteligencia artificial en la apicultura: los dispositivos y aplicaciones que cambiarán el mundo apícola.
La apicultura siempre ha sido una forma de ganadería muy tecnificada. Una rica mezcla de tradición, ciencia y tecnología diferencia claramente al cuidado de las abejas de otras variantes ganaderas y sitúa a los apicultores como expertos en probar (y a menudo improvisar) soluciones técnicas de vanguardia. Ahora, le toca el turno a la inteligencia artificial en la apicultura.
Poco a poco, los apiarios se han ido poblando de desarrollos tecnológicos dotados de cierta capacidad de aprendizaje e inteligencia. Desde aplicaciones para teléfonos móviles, a microscopios, pasando por colmenas robotizadas, apicultores robóticos o balanzas inteligentes. Es la punta de lanza de lo que viene, una gran transformación tecnológica que, seguramente, cambiará la apicultura más profesional en los próximos años.
1 ¿Qué es la inteligencia artificial en la apicultura?
La inteligencia artificial (IA) es todo un conjunto de tecnologías y técnicas que permite crear máquinas capaces de imitar el pensamiento humano y su forma de aprender. Es decir, son inteligentes.
En la inteligencia artificial confluyen muchas tecnologías: computación en la nube (cloud computing), bases de datos distribuidas, 4G y 5G, Internet de las Cosas (IoT), sensores de todo tipo, herramientas de comprensión del lenguaje natural, cámaras de vídeo avanzadas, learning machine o dispositivos capaces de aprender y, controlándolo todo, sofisticados algoritmos que interpretan la información y la utilizan.
Una abeja con un chip sobre su tórax para la inteligencia artificial en la apicultura
Al final, todas estas tecnologías trabajan de forma coordinada para comprender una situación y, en función de su experiencia y su capacidad de aprendizaje, tomar una decisión. Esa decisión se puede concretar en un aviso al personal humano o, en muchos casos, una actuación autónoma. Es lo que hacen, por ejemplo, los vehículos autopilotados, que son capaces de viajar solos decidiendo qué hacer en cada momento. En el caso de la apicultura, es lo que hacen algunas soluciones inteligentes, como las colmenas robots o los apicultores robots.
Hoy en día, la inteligencia artificial se emplea en los más variados campos. Desde la investigación médica, hasta la gestión de flotas de vehículos, pasando por la traducción de idiomas, la escritura automática de textos, la inversión bursátil o la construcción de bots, pequeños robots capaces de comunicarse con los seres humanos y con otras máquinas.
2 – Robots en la apicultura: colmenas que se cuidan solas
Una de las aplicaciones más llamativas de la inteligencia artificial en la apicultura tiene que ver con la robotización. Se trata de crear robots capaces de llevar a cabo las tareas del apicultor o, en algunos casos, las de las propias abejas.
Los casos más completos los representan las llamadas “colmenas robots” o robotizadas. Son instalaciones con forma de contenedor. En su interior se alojan varias decenas de colmenas que están completamente sensorizadas: básculas, cámaras, micrófonos y sensores de todo tipo vigilan cada una de las colmenas y se encargan de su monitorización, ahorrando al apicultor ese trabajo.
Una de las colmenas robotizadas de BeeWise.
La firma israelí Beewise es pionera en este campo. Ha desarrollado una de estas colmenas robots que es capaz de alojar hasta 64 colonias. Todas ellas están continuamente vigiladas y si, por ejemplo, se produce un cambio de temperatura o de peso en una colmena, la inteligencia artificial sabe lo que tiene que hacer: puede cambiar las condiciones de espacio y ventilación, para prevenir la enjambrazón, o puede iniciar una cosecha automática si la cantidad de miel es la apropiada y ya está madura. Además, es capaz de detectar la presencia de enfermedades, especialmente de varroa.
Por supuesto, toda la información se almacena y el apicultor puede recibirla y controlarla desde una aplicación en su teléfono o desde su ordenador. La idea es que la colmena robot se encargue de la mayor parte de las rutinas, reduciendo la carga de trabajo del apicultor y mejorando el control sobre las abejas y su trabajo. La segunda generación de esta colmena, denominada BeeHome 4, es mucho más compacta y manejable y ha sido incluida en la prestigiosa lista de “Los mejores inventos del año” de la Revista Time.
Interior de la colmena robot de BeeWise.
Robot apicultor
Una propuesta más modesta, pero igualmente interesante, es el robot apicultor. Se trata de un dispositivo desarrollado por la empresa coreana Desung, que ha lanzado su SmartHive. En esencia, es una máquina inteligente capaz de cosechar miel por si sola.
El robot se coloca sobre la colmena y, gracias a una cámara y a sus algoritmos, detecta la presencia de los panales, los despega, eleva, cepilla de abejas y almacena. Todo, en cuestión de minutos y sin que el apicultor tenga que hacer nada más que llevar el robot de una colmena a otra.
Robot apicultor: un dispositivo capaz de extraer panales de las colmenas.
El robot apicultor de Smart Hive, colocado sobre una colmena. Foto: Smart Hive.
Hoy, esta máquina es todavía lenta, pensada más bien para apicultores que no quieran hacer el esfuerzo de cosechar por si mismos. Sin embargo, es posible que próximas evoluciones de este apicultor robot ofrezcan rendimientos mucho más altos.
Abejas robot
Las propias abejas se robotizan. En los últimos años, se han conocido muchos proyectos basados en una idea muy llamativa: construir algún tipo de dispositivo capaz de reemplazar a las abejas en una de sus tareas fundamentales, la polinización.
Pocos de estos proyectos han logado ser realmente viables, pero hay uno que sí ha logrado avances importantes. Se trata de RoboBee, una idea de la universidad de Harvard que propone la construcción de diminutos drones con forma de abeja (o parecidos).
La originalidad de este proyecto es que las abejas robóticas de RoboBee pueden comportarse como auténticas abejas, porque sus sensores imitan el funcionamiento de las antenas de las abejas reales y hace que respondan de forma dinámica a las condiciones del entorno. Además, pueden formar colonias coordinadas por inteligencia artificial y actuar de manera organizada, como enjambres robóticos, en tareas de polinización o detección de amenazas medioambientales.
Robobee: abejas robótica.
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